Hacer el Camino de Santiago es mucho más que una travesía física: es una experiencia cultural y espiritual que atrae a miles de personas de todo el mundo cada año. Empecé a finales del agosto pasado y durante 33 días caminé unos 860 kms por la Ruta del Norte.

En este post te contamos TODO para planificar tu ruta, con consejos útiles, recursos clave y recomendaciones prácticas. Seguí leyendo para descubrir cómo prepararte y qué tener en cuenta en cada etapa.

Un poquito de historia

El Camino de Santiago tiene sus raíces en el siglo IX, cuando, según la tradición, se descubrió la tumba del apóstol Santiago el Mayor en lo que hoy es la ciudad de Santiago de Compostela, Galicia. Desde entonces, este camino se convirtió en uno de los principales destinos de peregrinación de la cristiandad, junto con Jerusalén y Roma. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad y hoy es un viaje que combina fe, cultura y naturaleza.

 

¿A ver si adivinas, cuántos peregrinos llegan por año a Santiago? Te lo cuento al final.

 

Los caminos principales

Cuando uno dice “El camino de Santiago”, solemos imaginar que es un único camino, pero no. Hay varias rutas, y lo que todas tienen en común es que terminan en Santiago de Compostela.

Hay muchas rutas, incluso algunas comienzan a miles de kilómetros de Santiago, estas son algunas, con sus puntos de partida y distancias aproximadas

  • Camino Francés: El más popular y transitado, inicia en Saint-Jean-Pied-de-Port (Francia) y atraviesa el norte de España (unos 780 km).
  • Camino Portugués: Empieza en Lisboa o en Oporto. La versión desde Oporto (unos 240 km) es una opción muy elegida.
  • Vía de la Plata: Desde Sevilla, cruza el oeste de España. Mucho menos concurrido, pero ideal si buscás tranquilidad (cerca de 1.000 km).
  • Camino del Norte: Bordea la costa cantábrica, ideal si querés mar y paisajes verdes (aprox. 825 km desde Irún).

Este es el que hice, el Camino del Norte comienza en el País Vasco, muy cerca de Francia, y bordea la costa cantábrica atravesando Cantabria, Asturias y finalmente Galicia, donde se encuentra Santiago de Compostela – una verdadera maravilla. 

¿Por qué elegí este camino? Porque es la parte de España que menos conocía, así que me pareció una oportunidad hermosa para conocerla, como dice un amigo, “al ritmo de las mariposas”. ¿Ya viste este video resumen de mi experiencia?

¿Cuál es la más adecuada para vos? Empezaría por informarme sobre la dificultad, cuándo lo pensas hacer, el tiempo que tenes, tus gustos y demás para tomar una decisión. Te puedo ayudar con mi opinión.

 

Recursos útiles y fuentes

El desarrollo del Camino lo hacen mucho más cercano y fácil de organizar en todo sentido, acá te dejo TODO para auto-organizarlo:

  • Durante la planificación: es ideal ir familiarizando con la ruta, y teniendo algunas nociones de lo que vamos a hacer y para eso:
  • Al iniciar El Camino: además de lo pintoresco y del recuerdo, la Credencial del peregrino (es como un pasaporte donde nos van sellando las etapas) la piden algunos albergues para poder pernoctar en sus instalaciones. ¿Cómo conseguirla? Preguntá en el primer alojamiento de Tu Camino y te van a decir dónde conseguirla.
  • Apps, para tener todo a mano, inclusive el mapa por si tenes dudas en alguna parte:
  • Cuando llegues a Santiago: Oficina del Peregrino.

 

Mejor época para hacerlo

  • Primavera (abril-junio): Temperaturas suaves y menos aglomeraciones.
  • Otoño (septiembre-octubre): Clima templado y paisajes espectaculares. – Depende de la ruta que elijas, varía un poco, yo hice la del norte a fin de agosto y septiembre y el clima fue excelente. Pero si vas por la Vía del Plata a fin de agosto seguramente quedes rostizado al sol 😅.
  • Verano: Es temporada alta y puede ser muy caluroso, especialmente en la Meseta.
  • Invierno: Solo recomendable para los más experimentados, algunas rutas pueden estar cerradas, y algunos albergues también (aunque la ruta este abierta).

Cuando lo decidas hacer, es mejor chequear los festivos en España (calendario 2025), que pueden afectar la disponibilidad.

 

Las etapas

Si bien las webs que te dejé antes definen algunas etapas, somos nosotros los que hacemos nuestro camino y las adaptamos. Por qué cambiaríamos una etapa, mi experiencia:

  • Porque los albergues son demasiado caros
  • Porque están todos ocupados (sobretodos en temporada alta)
  • Porque la etapa es demasiado corta o larga
  • Porque queremos hacer un stop en algún lugar que nos interesa en especial. Así lo hice en Bilbao, que tiene mucho para ofrecer.

 

En fin, si bien hay “etapas predefinidas”, para que se entienda mejor a qué me refiero, te muestro un ejemplo con el Camino del Norte: hice una modificación en la Etapa 5 del Camino del Norte: De Markina a Gernika (25,4 km.) porque el alojamiento en Gernika estaba carísimo, así que decidí continuar hasta Mendata. Esta es la planificación que hice, como referencia y vas a ver más ajustes que fui haciendo.

 

El camino, al final es Tu camino, así que adaptalo a tus condiciones físicas, al tiempo que dispongas, a las ganas, a todo…hacelo ÚNICO, la cuestión no es correr una carrera, es tener tiempo para disfrutar cada paso conscientemente. 

 

Una SUPER RECOMENDACIÓN, cada 7 días de caminata deja 1 día libre. Así tenemos tiempo para lavar la ropa, reflexionar y recuperar nuestro cuerpo que nos los va a agradecer.

 

Consejos prácticos

  • Planificá según tus tiempos y condición física: Podés hacer tramos cortos y volver otro año. Muchos, dividen la distancia total en 2, 3 o 4 partes y van haciendo un poco cada año.
  • Entrená unos meses antes, caminá en casa dos días seguidos 20 kilómetros llevando la mochila cargada como si estuvieras en el camino y vas a empezar a dejar en casa cosas innecesarias, vas a testear el calzado, y el equipaje (menos es más).
  • Reservá con antelación en temporada alta: por miedo de inexperto, reservé las primeras 15 noches. Eso está bueno porque sabemos que no tenemos apuro para llegar, pero a la vez nos obliga a completar la etapa hasta donde está el alojamiento – independientemente de lo cansado que estemos.
  • No cargues demasiado peso: Lo ideal es que la mochila no pese más del 10% de tu peso corporal – literal la mía pesaba 7 kg con agua, ¡y después de unas horas parecía de plomo!
  • Hidratación y protección solar: Incluso en días nublados.
  • Escuchá a tu cuerpo: Las ampollas y sobrecargas son comunes; andá con calma. Y al final de cada día hace un estiramiento completo del cuerpo, que ayuda a recuperar.

 

¿Qué llevar en la mochila?

Gran parte, sino todas las cosas las van a poder conseguir en Decathlon, les dejo esta nota que seguro les sirve. Es más que recomendable que puedas probar el conjunto antes de empezar el camino, cada pequeño ajuste hace una GRAN DIFERENCIA.

Mochila

  • Una mochila de 30 sería perfecta. Usé la Quechua 30L Quechua MH500, que ya fue reemplazada por este modelo. Lo fundamental es que tenga:
    • Cinturón para descargar parte del peso en la cadera, ¡sino tus hombros se van a acordar! 
    • Y cubre mochila, para cubrir todo cuando llueve.

Indumentaria

  • Calzado cómodo y probado (¡no estrenar!). Después de leer 1000 fuentes diferentes usé las Adidas Men’s Terrex Swift R3 Goretex, buena suela, buena protección para el pié, cómodas. No muy transpirables (por el Goretex, que es una membrana que las hace impermeables), pero cuando llueve tener los pies secos no tiene precio y más cuando te quedan horas y horas de caminata. Otra opción buena serían las New Balance Fresh Foam Hierro V7 Gore-Tex. Después va un poco en cada uno.
  • 2 mudas de ropa técnica y liviana con protección UV. ¡Tantas horas de sol se sienten!
  • Impermeable (el clima es muy variable).
  • Abrigo – qué tan grueso depende la temporada (pero incluso en agosto-septiembre algunos días estaba fresco) y lo más liviano posible.
  • 2/3 remeras más para cuando llegamos a destino.
  • 1 pantalón corto.
  • 4 pares de medias, no cualquiera. Hacen una diferencia que no se puede creer. Ejemplo en Decathlon España: calcetines anti-rozaduras MH500 de Quechua.
  • 4 ropa interior.
  • Malla
  • Guantes
  • Bolsa de dormir. Lo hice en verano-principio de primavera y llevé un saco muy fino, como este. Porque muchos albergues tienen cobijas, pero no sábanas. 
  • Un par de ojotas/sandalias para ventilar y relajar los pies después de largas horas de caminata.

Documentación

  • 🛂 Documento de identidad o pasaporte
  • 💵 Dinero en metálico – algunos albergues sólo aceptan dinero en efectivo.
  • 💳 Tarjetas de crédito y débito
  • 📱 Celular, cargador y cable.
  • 🏥 (Opcional) Si no estás viviendo en Europa, obligatorio el seguro en viaje
  • ✔️ (Opcional) Activar tarjetas de crédito y débito 
  • 🛂 Credencial del peregrino. La vas a conseguir donde comiences tu camino.

Entretenimiento y tecnología

  • 🎧 (Opcional) Auriculares
  • 📝 Papel y lapicera
  • 📖 Libro o e-reader, yo no lo llevé para reducir peso, mientras caminaba me parecía una buena idea, y cuando llegaba lo extrañaba. Así que vean…
  • 🌍 (Opcional) Adaptador universal (imprescindible si venís desde lejos) 

Otros

  • 🧢 Gorra/sombrero. Ejemplo de la que tengo Gorra Senderismo y Trekking Forclaz Desert 500 Adulto Marrón; no es muy estética, pero es super funcional.
  • 🕶️ Lentes de sol
  • 💤 Tapones para los oídos (a veces no es tan fácil dormir entre peregrinos cansados 😛)
  • 🎒Una mochila o bolso reutilizable, siempre es útil tener un poquito más de capacidad por ejemplo cuando vamos al super, esta es la que tenemos hace años.
  • ❤️‍🩹 Kit de primeros auxilios (curitas, desinfectante, vienen apósitos anti-ampollas).
  • 🔦 Linterna frontal
  • 🥾 Palos de trekking (ojo que a veces no se pueden llevar en la cabina del avión), hasta los más baratos ayudan un montón. Empecé sin, justamente pensando que iban a ser un estorbo y terminé comprando, ayudan un montón a las rodillas y articulaciones en general, en especial durante las subidas y bajadas. Ejemplo en Decathlon España.
  • 🟡 Chaleco refractante, por ejemplo este; se preguntarán ¿por qué? es que muchas veces se camina por ruta o muy cerca y cuando hay baja visibilidad es fundamental que sepan que estamos ahí.
  • Un set de cubiertos, super útil para poder improvisar una comida. Algo simple y livianos como estos.

Alimentos

  • 💧 Botella reutilizable. Empecé con una camer bag de 2 litros; a veces, no la llenaba por completo para cargar menos peso; y otras llevaba otras botellitas, cuando había mucha distancia a la siguiente ciudad o pueblo.
  • 🍌 Algunas frutas y/o snacks como frutos secos, galletas, pasas de uva, etc. Eso lo vas comprando en los supermercados durante el camino.

Higiene

  • 🪥 Cepillo de dientes y dentífrico
  • 🧼 Jabón en jabonera
  • 🧻 Papel higiénico y/o pañuelos descartables 
  • 🔐 Candado para lockers
  • 🏖️ Toalla de secado rápido
  • 🎒 Bolsas Ziplock (protegen de la lluvia)
  • 🧵 Soga finita de 3-4 metros (sirve para muchas cosas, entre ellas colgar ropa)
  • 🏖️ Protector solar y labial
  • 💨 Desodorante
  • 💨 Talco para pies (muchos usaban vaselina para evitar ampollas, yo lo reemplacé por talco y sólo tuve una pequeña ampolla en los 33 días).
  • ✂️ Alicate para uñas (hay que mantenerlas, porque a veces nos lastiman los otros dedos después de tanto caminar).

Lista descargable en PDF

 

¿Dónde dormir?

Hay albergues con variedad de servicios: algunos son públicos, otros privados, algunos ofrecen cena, y desayuno, otros no; algunos tienen cocina, otros no.

Algunos albergues admiten reserva, otros es por orden de llegada (así que a empezar tempranito). Para los que admiten reserva, algunos es simplemente por mail, otros es a través de su web. En las webs que les compartí antes, van a encontrar los detalles para cada albergue.

Los más económicos son los albergues públicos, que muchas veces sólo cobran una donación para mantener las instalaciones. En promedio pagué 18,60 euros por noche, siendo la más barata 7,5 euros y la más cara 40.

La cena en los albergues costaba entre (entre 7 y 15 euros), y el desayuno (alrededor de 4-6 euros). También en la mayoría de los pueblos o ciudades donde paremos hay variedad de restaurantes, tan rica la comida en España, y en particular en el norte la comida del mar. Depende de nuestro presupuesto qué tanto vamos a comer fuera o cocinar en el albergue, cuando se pueda. En algunos restaurantes ofrecen “menú del peregrino” que al final no es tanto más barato que un menú normal.

 

Más allá de la info, lo más lindo es lo que se vive en los albergues, alguna copita de vino compartida con peregrinos, todos muy cansados pero aprendiendo a disfrutar de lo simple, de la solidaridad que hay entre peregrinos, muchos de diferentes lugares del mundo, que vinieron hasta ahí para crecer, algunos por una promesa, otros simplemente porque les gusta caminar; no hay lugar para razones no válidas, todo está bien, todos estamos en la misma.

 

Traslado de equipaje

Si por alguna razón no podes llevar tu mochila, hay servicios de traslado de equipaje (de pago) de un albergue a otro, así evitamos caminar con todo el peso. Sólo lo recomiendo si es estrictamente necesario, sino es un buen aprendizaje llevar poco.

Si lo necesitas preguntá en cada albergue de tu camino, que te van a poder ayudar.

 

Caminar sólo o acompañado

Como siempre las dos opciones tiene sus pros y contras, disfruté mucho ambas; pero si lo haces en grupo no te pierdas la oportunidad de tener un día en solitario, para dar lugar a cosas que acompañado no pasan.

 

Los aprendizajes

Tantas cosas hermosas, el camino en sí mismo es una gran analogía con la vida y con nuestro crecimiento como personas, hay muchos caminos/rutas, y al final todas, todos vamos hacia el mismo destino.

El camino tiene también día más lindos y más feos, tiene subidas y bajadas, tiene sol y lluvia. Es todo parte de esa unidad y está en nosotros cómo lo afrontamos y saber que después de la subida, viene la bajada.

El camino es como la vida, cuanto menos cargas, más liviano viajás. Al final todo lo que no suma (o es realmente necesario) resta, así que a vivir con poco y evitarnos preocupaciones innecesarias.

El mayor logro: Al final fueron unos 860 kms caminados, es mucho la verdad. Pero saben qué? Para mi, el mayor logro no fue ese, fue poder escucharme, poder refrenar mi ego (no es tan fácil cuando haces deporte y parte de eso es la superación, el ir más allá de los límites) y no caminar dos días, dos días que el cuerpo me decía hace falta descansar, y así lo hice, dos días en vez de caminar tomé un bus. ¿Qué cambiaba eso a la experiencia? Nada, y saber escuchar el cuerpo y reconocer los límites, como nos enseña el yoga es imprescindible!

 

Ahora les toca a ustedes

¿Y vos? ¿Te animás a recorrer este camino de transformación? Contanos en los comentarios.

Pero antes les cuento, en 2024 llegamos a Santiago 499.191 peregrinos. Si te gustan este tipo de datos hay mucho más acá.

 

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